domingo, 9 de octubre de 2016

NETFLIX. Algo más que un videoclub

Hoy, en CINEpolis, dejamos a un lado las películas para centrarnos en otra cuestión. Sin alejarnos, por supuesto, de lo que nos interesa: el cine. Y estoy más que seguro de que el nombre citado en el título de esta entrada, Netflix, os suena de algo. Pero, ¿esto es nuevo? ¿Surge de la nada? ¿Por qué hasta ahora no habíamos oído nada de Netflix? ¿A qué se debe este éxito tan repentino? Os entiendo, eso mismo me preguntaba yo. Vamos, pues, a saber un poco más de este boom tan inmediato. Atentos.

El comienzo


Respondamos a las dos primeras preguntas. No, esto no es nuevo. Tiene, nada más y nada menos, que unos 19 años. El 29 de agosto de 1997, un par de estadounidenses amantes del cine, Marc Randolph y Reed Hastings, fundaron una pequeña compañía llamada Netflix, con sede en Los Gatos (California). Esto era una especie de videoclub, pero con servicio a domicilio. El consumidor pedía las películas y/o series a su gusto y las recibía en su propia casa (con su correspondiente pago... nada es gratis).

Marc Randolph (izquierda) y Reed Hastings (derecha),
fundadores de Netflix

La idea surgió porque Hastings alquiló la película 'Apolo XIII' en la (por entonces) famosa cadena de videoclubs Blockbuster, y la devolvió con unos días de retraso. El caso es que se hizo cargo de unos $40. Y viendo lo cara que le salió la broma, pensó que ahí había dinero... y vaya si lo había. Para el 1999 la cosa iba tan bien que decidieron crear un servicio de suscripción. Tú pagabas unos cuantos dólares al mes, y recibías tantas películas y series como quisieras. Así, Netflix creció y creció, y cuando llegó el 2009, ya ofrecía 100.000 títulos en DVD y contaba con más de 10 millones de suscriptores.

Hagamos un paréntesis. Ahora que hemos mencionado la cadena de videoclubs Blockbuster. Esta pudo comprar, hace unos 10 años, allí por el 2006, una pequeña 'startup' que empezaba a sonar mucho y a hacer dinero. El problema (para ellos) es que no convencía la idea de pagos mensuales frente a un pago por cada película (el videoclub de toda la vida), por lo que decidieron no comprarla. ¿Cómo iba a triunfar una cosa así? En aquel entonces, la compra hubiese costado alrededor de $50 millones. Hoy en día, esta "pequeña" empresa está valorada en bolsa en $8.500 millones. ¡Casi nada! Supongo que ya os habréis imaginado que esa 'startup' era Netflix. Y, para echarle más leña al fuego, resulta que, actualmente, la cadena Blockbuster se ha declarado en bancarrota, lo que vulgarmente se conoce como "irse a pique". Mientras, observan el crecimiento continuo de aquella pequeña 'startup' que pudo haber sido suya.
¿Cuál ha sido la clave del éxito, pues? Sigamos.

La revolución del streaming


Como he dicho, el método de la suscripción mensual funcionaba. Pero no era suficiente. Había que seguir, era necesario actualizarse. Así pues, el 22 de septiembre del 2010 Netflix ofrece por primera vez el servicio de streaming en Canadá. Esto significaba que, a partir de ese momento, los suscriptores podrían pedir y disfrutar de sus películas por Internet, es decir, un servicio On Line. Como lo anterior, también triunfó, y así en el año 2011 se expandieron a Latinoamérica, y en el 2012, a Europa. Año tras año, iban ampliando el territorio. Para el 2014 ya contaban con un servicio de streaming países como Francia, Reino Unido, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia, Holanda, Austria, Bélgica, Alemania, Luxemburgo o Suiza. Y en el 2015, el año pasado, le tocó el turno a España, junto con Italia, Portugal, Nueva Zelanda y Japón. Este año, van a la conquista de Asia.

Expansión de Netflix en los cinco continentes
Netflix, sin embargo, no abandonó el servicio a domicilio, pero sí quedó más estancado. A medida que se expandía, como no podía ser de otra forma, seguía sumando suscriptores. En el año 2013 ya eran 32 millones los afiliados a este "almacén de DVDs", y en tan solo un año, en el 2014, ascendieron a 57,3 millones. Actualmente, Netflix cuenta con más de 75 millones de suscriptores.

Pero, esto no es por lo que realmente conocemos esta empresa, si la puedo llamar así. En el 2013, Netflix se pregunta por qué no lanzar, además de todos los títulos que ya ofrecían, productos propios. Convertirse en algo más que un videoclub, nada más y nada menos que en una productora. Y como todo lo que se propone, acabó en éxito. Así es como llegaron a nuestros televisores (u ordenadores) las películas y series originales de Netflix.

Del castillo de naipes a las cosas extrañas


Ya sabemos que eso de entrar por la puerta pequeñita a Netflix no le va. Así pues, la primera serie original que deciden producir no es otra que 'House of Cards', un drama político que trata temas de manipulación y control del poder, protagonizado por el mismísimo Kevin Spacey ('American Beauty') y la guapísima Robin Wright ('Forrest Gump'). La serie cuenta con 33 nominaciones a los premios Emmy, incluyendo la de mejor serie dramática y mejores actor y actriz protagonistas, para cada una de las cuatro temporadas (la quinta se estrenará el año que viene), convirtiéndose así en la primera serie original de televisión con tantas nominaciones importantes. El esfuerzo se ve recompensado cuando Wright gana el Globo de Oro a mejor actriz de serie dramática en el 2014, y un año después, lo conquista su compañero, Spacey.


La siguiente en aparecer es, ese mismo año (2013), 'Orange is the new black', una comedia protagonizada por Taylor Schilling (lo más relevante ha sido su papel en 'Argo', aparte de esta serie) que cuenta las memorias de la protagonista sobre la vida en una cárcel de mujeres. Sin tanto éxito como la anterior, esta serie carga con 12 nominaciones a los premios Emmy. Y como curiosidad, comentar que uno de los capítulos fue dirigido por la mismísima Jodie Foster.


Dos años después, en el 2015, le tocó el turno a una de superhéroes: 'Daredevil', producida por Marvel Television, y protagonizada por Charlie Cox ('Stardust', 'La teoría del todo'). Esta es la primera de una serie de producciones de Marvel Studios, de las cuales ya existen 'Jessica Jones' y 'Luke Cage' (estrenada a finales del mes pasado), y está pendiente de estreno 'Iron fist', que culminarán en una miniserie sobre el grupo Los Defensores.


Ese mismo año se estrena una de las series de Netflix con mayor repercusión y sobre todo con una gran acogida por parte de la crítica y del espectador. Estoy hablando de 'Narcos', basada en la historia real que relata la vida del narcotraficante de Colombia, Pablo Escobar, y todo su control sobre el cártel de la ciudad de Medellín. El reparto principal cuenta con el actor brasileño Wagner Moura ('Tropa de élite', 'Elysium'), en el papel del narcotraficante Escobar; Boyd Holbrook ('The Host'), como Steve Murphy, el policía estadounidense de la DEA; y Pedro Pascal (tuvo una pequeña participación en la cuarta temporada de la serie 'Game of Thrones'), interpretando a Javier Peña, el compañero de Murphy. Otro de los personajes de la serie es Pacho Herrera (más habitual en la segunda temporada), interpretado por un conocido del cine español: Alberto Ammann, ganador del Goya a mejor actor revelación por 'Celda 211'. A día de hoy, la serie es un éxito (otro más). Este año se estrenó la segunda temporada y ya se ha ampliado el contrato para dos más.


Y lo más sonado durante este verano, uno de los estrenos más recientes (antes de 'Luke Cage' y la segunda temporada de 'Narcos'): 'Stranger Things'. La primera serie de ciencia-ficción de Netflix, ambientada en los años 80 y con claras referencias a directores como Steven Spielberg, Rob Reiner o George Lucas. Sin ir más lejos, la crítica la define como "un adictivo homenaje al cine de Spielberg y los clásicos de los 80". Sin duda, ha sido una de las series más vistas del verano en todo el mundo. Y ya han anunciado que habrá una segunda temporada donde seguiremos viendo más cosas extrañas.


Pero, posiblemente, el mayor éxito de Netflix vino con una película, no con una serie, el mismo año que decidieron ofrecer producciones originales. Se trata de la película-documental 'The Square'. Relata el trasfondo de la revolución egipcia a través de los ojos de los jóvenes activistas. Captura las protestas en la plaza Tahrir desde el derrocamiento del líder militar Hosni Mubarak, en el 2011, hasta la deposición de Mohammed Morsi, en 2013. Este documental, dirigido por la directora de 42 años Jehane Noujaim (El Cairo, Egipto), fue ganador del premio del público en la categoría documental del Festival Internacional de Cine de Toronto (2013). Y además, supuso la primera nominación para un premio de la Academia a mejor documental, para una producción bajo el sello de Netflix (2014).



Bueno, pues tras un breve recorrido por la historia de Netflix y algunas de sus producciones originales más importantes, podemos afirmar que su trayectoria es un continuo crecimiento lineal, sin altibajos, y que está repleta de éxitos. Y lo mejor es que esta nueva productora (ya no podemos hablar de ella como un mero videoclub) aún tiene mucho que ofrecer.