El Arturo del Rey Ritchie

Dirección: Guy Ritchie

NOTA: 6

La leyenda del rey Arturo. Un clásico de la literatura universal y del cine. Pues son ya unas cuantas las películas que cuentan la historia medieval de este rey británico en su castillo de Camelot. Rodeado por sus caballeros de la Mesa Redonda, de su buen amigo Lancelot, el mago Merlín, su amada Ginebra... Sin embargo, no es esa la historia que podemos ver ahora mismo en los cines. No exactamente. El Rey Arturo del director británico Guy Ritchie no es el clásico. La película, centrada en "La leyenda de Excalibur", es atrevida, desafiante, llena de una acción trepidante y una música omnipresente. Es posible que haya desencantado a más de uno, pero para los seguidores de Ritchie no hay ningún peligro.

Ritchie, el director, y Hunnam en el set de rodaje

Una de las claves para contar una historia tan sonada, pero que tenga algo diferente, es la personalidad del personaje --valga la redundancia--, y más aun, de su intérprete. El director tenía claro que quería a un Arturo con gran poderío físico, y no resultó ser este el caso de Charlie Hunnam. El actor de 37 años, conocido mundialmente por su papel en la serie Sons of Anarchy, y que ha participado también en películas como Pacific Rim (Guillermo del Toro, 2013) o la reciente The lost city of Z (James Gray, 2017), estaba "loco" por el papel desde que se enteró de que Guy Ritchie iba a hacer una película sobre el rey Arturo "a su manera". Tal era su interés, que se lo hizo llegar al director, y para su sorpresa, este le respondió: "no estoy interesado".

Una de las razones principales por las que Ritchie rechazó al actor fue porque buscaba a un Arturo mucho más musculoso. Hunnam venía de rodar la última temporada de Sons of Anarchy, donde había tenido que adelgazar considerablemente. Finalmente, su agente logró concertar una cita con Ritchie y, después de dos horas tomando té, según confirma el propio actor, le dijo: "¿Sabes qué? Eres genial. ¿Harías una audición para mí?". Y así fue como Charlie Hunnam se hizo con el papel de Arturo en la nueva película de Guy Ritchie.

Lo que siguió no fue fácil, ya que obviamente tuvo que moldear su cuerpo: dos sesiones diarias en el gimnasio y mucha comida, eso sí, libre de azúcares, lácteos y grasas. "Quería ganar peso, pero sin parecer grueso. Tenía que lucir como un chico de la calle, como un lobo hambriento", dice el actor.

Al igual que el protagonista, también debía ser fuerte la personalidad del villano, el rey Vortigern. Para este, el director lo tenía claro desde el principio: Jude Law era el elegido. El que ya trabajara con el director en las dos entregas de Sherlock Holmes contribuye a dar fuerza al propio protagonista con su papel de malo-malísimo. Pues no hay héroe sin villano...

Otro papel mágico de la película --y nunca mejor dicho-- es el de la maga Guinevere, interpretado por la (también mágica) actriz de origen franco-español Àstrid Bergès-Frisbey, que ya vimos aparecer de Sirena en Piratas del Caribe: en mareas misteriosas.

Y dejando a un lado los actores, hay dos cosas que siempre están presentes cuando hablamos de Guy Ritchie. Una es el efecto slow-motion, tan recurrente en sus escenas de acción --quizás demasiado, en este último trabajo--; y la otra es la música (a cargo de Daniel Pemberton). En este sentido, he disfrutado como un enano. ¡Guy Ritchie es puro rock'n roll!

Como he dicho al principio, la película ya tiene a una buena parte del público en su contra. Ritchie rompe con lo que ya conocíamos y busca algo nuevo, y la verdad es que, normalmente, la novedad asusta...

En una entrevista realizada al protagonista de la película por EUROPA PRESS (Nueva York), preguntaban: "Esta historia ha sido contada muchas veces, ¿Qué tiene de especial?". A lo que Hunnam respondía:

"Guy convierte a Arturo en un hombre corriente, con quien te puedes identificar, que de repente descubre que tiene un destino épico. Por eso la primera reacción es rechazarlo..."

Aquí os dejo un vídeo sobre lo que hablábamos de la preparación de Charlie Hunnam para el papel de Arturo:

Dunkirk - El nuevo taquillazo de Nolan

Director: Christopher Nolan
NOTA: 8

Afiliados a CINEpolis, hoy os traigo una película que puede presumir de haber sido número 1 en taquillas, nada más y nada menos que en todo el mundo. Se trata de Dunkirk, la última de Christopher Nolan. El aclamado director de grandes éxitos como Origen (2010), Interstellar (2014) o la trilogía de El caballero oscuro, prueba por primera vez con una historia basada en hechos reales. Los acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes acorralaron a las tropas británicas y francesas dejándolos atrapados en la solitaria playa de Dunkerque. 

Nolan escoge tres puntos de vista para narrarnos la historia. Tres realidades atrapadas en franjas temporales distintas. Tierra, donde los soldados pertenecientes a ambos países aliados aguardan su rescate; mar, repleto de pequeños barcos de pescadores británicos que parten en busca de sus soldados; y aire, donde tres pilotos británicos luchan por liberar el cielo de soldados enemigos. Una semana, un día, una hora. La maravilla de todo esto es cómo Nolan juega con estos tres puntos de vista y los armoniza en un montaje paralelo que resulta verdaderamente apabullante. Es muy difícil estar sentado en la butaca viendo el filme y no pensar: "este tío está jugando conmigo". Y así es, pero un consejo: dejadle hacerlo, porque es una maravilla. 

Como viene siendo habitual en sus películas, el cast cuenta con nombres de peso como Kenneth Branagh (Mucho ruido y pocas nueces), Mark Rylance (El puente de los espías), y los ya habituados a trabajar con el director, Tom Hardy y Cillian Murphy, en Origen y la trilogía de El caballero oscuro. Sin embargo, Nolan ha contado también en este proyecto con gente de menos nombre en la industria del cine, como son los debutantes Fionn Witehead y Harry Styles, cantante del grupo One Direction, y el galardonado actor galés de teatro Aneurin Barnard.

Harry Styles, Aneurin Barnard y Fionn Witehead. Escena de 'Dunkirk'

No obstante, las interpretaciones individuales esta vez no juegan un papel importante en la nueva cinta de Christopher Nolan. Lo que verdaderamente conduce la narración y la hace por momentos inquietante y desconcertante además del montaje, comentado anteriormente- es, sin duda alguna, la música. Y este es el terreno del maestro Hans Zimmer. El que recibiera el Oscar a mejor Banda Sonora en dos ocasiones -por El rey león (1994) y Gladiator (2000)- vuelve a trabajar con el director londinense, como ya hizo en Origen, Interstellar o la saga de Batman (El caballero oscuro), consiguiendo la nominación al Oscar, en las dos primeras, por su BSO. 

Hans Zimmer. En el fondo, Nolan.

El compositor alemán es uno de los mejores creando música para películas y se encuentra ya entre los más buscados, junto con maestros de la composición como John Williams o Ennio Morricone. Sin embargo, la música de Zimmer es distinta. Es una música que, lejos de ser pegadiza, su función es la de provocar tensión. Crea una atmósfera de suspense en la que es difícil no imaginarse que "algo va a pasar". Y Nolan la encaja a la perfección en Dunkirk, donde las ausencias de guión quedan más llenas que nunca. 

La película recaudó $50,5 millones de dólares solamente el primer fin de semana de su estreno, en los EEUU. En nuestros cines lleva más de 1,6 millones de euros. Como decía al principio, Dunkirk es ya la película más taquillera en todo el mundo, recaudando a nivel global la friolera de $105,9 millones de dólares. Y para que os hagáis una idea, WarnerBros ha invertido en la nueva cinta de Nolan unos $150 millones, más los gastos de promoción. Siguiendo este ritmo, pronto alcanzará los $200 millones de dólares recaudados a nivel mundial, recuperando así la inversión completa de la película.

Tom Hardy interpreta al piloto Farrier

Son números increíbles sabiendo que las películas de cine bélico no son un hit precisamente para el público. Pero lo cierto es que Dunkirk ha logrado ya instalarse entre las películas de cine bélico más vistas de todos los tiempos. Encabezando esa lista sigue estando la cinta de Steven Spielberg, Salvar al soldado Ryan, con una recaudación final que superaba los $480 millones de dólares. 

Al final, el resultado es una cinta distinta a las otras del director -ya por el mero hecho de tratarse de una historia real-, impulsada por la narración a través de imágenes impactantes y una música a la altura, pero que, sin embargo, deja pequeños guiños a sus anteriores trabajos -las tres realidades paralelas que convergen en determinado momento-; algo recuerda a las piruetas temporales que ya vimos en Origen. Sea como sea, Nolan consigue atraparnos durante hora y tres cuartos en las butacas, casi como los soldados lo están en la playa... Sea como sea, Nolan lo ha vuelto a hacer.

Chritopher Nolan con uno de sus actores "fetiche", Tom Hardy. Promo de la película

Un pequeño clip de película: