domingo, 11 de noviembre de 2018

Bohemian Rhapsody - Taquillas al son de la música


Dirección: Dexter Fletcher
NOTA: 8

Es un hecho: Queen, el grupo revelación de finales de los 70, vuelve a estar de moda. La razón no es otra que el estreno del nuevo biopic musical de la banda, Bohemian Rhapsody. Y es que las malas críticas de los primeros días no pudieron con ella ni en su primer fin de semana, en el que se recaudaron alrededor de 50 millones de dólares en los cines estadounidenses, y 143 millones a nivel mundial. Con esos números se estima que la recaudación total de la película gire entorno a los 500 millones de dólares. Una auténtica pasada.


Lo cierto es que las previsiones no eran muy buenas, sobre todo después de que la película se quedara sin director antes de finalizar el rodaje. La productora 20th Century Fox decidió despedir al que en ese momento estaba al frente del proyecto, Bryan Singer, justo unos días antes de que se le acusara por una supuesta violación a un menor cometida en el año 2003. La razón del despido sería que el director se había ausentado repetidamente de plató durante el rodaje de la película. No es la primera vez que el director de películas como Sospechosos habituales, Valkyrie o la saga X-Men se ve envuelto en una polémica de este tipo, pues en el 2014 se le denunció también por abusos de menores. En fin, parece que la decisión de la productora de apartarlo de un proyecto tan importante como este fue acertada. Dexter Fletcher cogió su relevo, y a pesar de no contar con tanta experiencia en la dirección --esta sería su cuarta película--, el cineasta británico ha cumplido con creces.


Y cuando todas las dificultades parecían haberse acabado con el estreno de la película, llegó el aluvión de críticas. Bohemian Rhapsody parecía no estar a la altura del gran Freddie Mercury. La mayoría de reproches venían por no abordar más concretamente el tema de la sexualidad del cantante. Es cierto que la película pasa de puntillas por la homosexualidad de Mercury y quizás no es todo lo explícita que se le pide --tratándose de un biopic-- en cuanto a las famosas fiestas que daba el cantante, con sexo y drogas a la orden del día. Desde la producción de la película se escudan en que era una cuestión de respeto; los críticos prefieren acusarles de poco atrevimiento.


"Creo que es una cinta equilibrada donde aparecen los dos aspectos de la sexualidad del protagonista. Hemos tratado de respetarlo al máximo" - Graham King, productor de la película.

Si volver a escuchar los temas de Queen era la excusa perfecta para ir al cine, ver a Rami Malek convertido en el auténtico Freddie Mercury aún lo es más. El actor estadounidense, que alcanzó la fama con su papel en la serie Mr. Robot --con la que ganó el Emmy a mejor actor principal--, brilla en su retrato de Mercury, pidiendo a gritos --y sin desafinar-- un hueco en los Oscar. Otro acierto de la producción, ya que en un primer momento se pensó en Sacha Baron Cohen (AliG, Borat, Les Misérables) para interpretar a Mercury; pero finalmente, Bryan May, guitarrista de Queen y productor musical de la película, quiso descartarlo porque el actor quería centrar demasiado la historia en el personaje de Freddie, no tanto en el conjunto de la banda. Al igual que May, su compañero y también productor Roger Taylor --el batería de Queen-- hablan de cómo la presencia del guitarrista y el batería es fundamental para conocer de cerca el lugar en la historia de Mercury, y así aparece reflejado en la película. 

Bohemian Rhapsody sigue el ascenso de Queen desde finales de los años 70 y principios de los 80, hasta culminar en su punto álgido, el famoso concierto Live Aid de 1985 en el estadio de Wembley, la que está considerada como la mejor actuación de todos los tiempos por una encuesta de la BBC. Y os aseguro, que para todos los que no pudimos vivir ese momento, ya fuera en directo o en diferido, supone el broche perfecto de la película. Es una parte épica y emocionante.


No sabremos si la historia del cantante es tal cual nos la muestran, y es cierto que la película se permite ciertas licencias, como la fecha en la que Mercury conoce que es seropositivo --en la película utilizan su enfermedad como una excusa para rejuntar a la banda en ese mítico concierto de Wembley, sin embargo no fue hasta dos años después del directo cuando el cantante supo que había contraído sida--; no cabe duda que es la película del momento y con los premios Oscar a la vuelta de la esquina (el 22 de enero conoceremos las nominaciones) seguro que va a seguir dando mucho de qué hablar.
Desde luego, es una oportunidad perfecta para que los más mayores se pongan melancólicos con aquella banda que surgió de la nada, y los más jóvenes aprovechen para conocer lo que verdaderamente supuso Queen en la historia del rock.




La música habla por si sola:

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